Acunada entre dos valles en las montañas de la Alta Garrotxa, se encuentra esta finca de 56 hectáreas con vistas hacia los bosques y altos picos del Pre-Pririneo. El asombro se enciende naturalmente. Es un lugar mágico rodeado de escarpadas colinas, bosques y aguas de manantial. Un espacio de tranquilidad y calma para conectar. Se trata de una antigua masía tradicional catalana renovada y adaptada para transformarse en un centro de retiros.
Este amplio apartamento dispone de dos camas individuales, una gran sala de estar y una cocina, así como de un dormitorio doble aislado, comunicando ambos espacios un baño compartido.